Hoy nos acercamos por
la mañana hasta Doniños, el mar no estaba para muchas alegrías pero la visión
de esta playa siempre me provoca un magnifico estado de ánimo. Aplicándome
aquello de que el peor baño es el que no te das opte por entrar, apenas una
horita que me sirvió para desentumecer unos músculos atrofiados y espabilar a
un cuerpo que ya empieza a acusar los excesos gastronómicos de estas
vacaciones. Luego acabamos comiendo en Casa
Claudina con esas fantásticas vistas de San
Xurxo. Creo que voy a comenzar la operación bikini ya…