Powered By Blogger

viernes, 14 de agosto de 2020

"soy un paquete"

 



Por mucho que repase la guía de Nick Carrol o que dedique cientos de horas a los numerosos tutoriales de youtube soy consciente de que mi nivel ha tocado techo. Es por eso que me veo en cierto modo reflejado en la sincera y simpática respuesta de Ángel Mato (alcalde de Ferrol) a una entrevista hoy en La Voz de Galicia:

-         También hace surf.

-         Pero soy un paquete. Empecé a los 40 años porque me parecía asombroso que alguien pudiera ponerse de pie en una tabla y dejarse llevar por una ola.

-         Vicente Irisarri, también era surfista.

-         Ese sí, que era bueno, porque lleva toda la vida. Para mí, esperar la ola mirando al horizonte con la mente en blanco es lo mejor que hay.

Soy casi de la misma quinta que Ángel (el del 71 y yo del 67), ambos comenzamos relativamente tarde (fue a los 38 cuando probé esta maravillosa droga…) y estoy seguro de que en más de una ocasión se habrá preguntado por el motivo de esa demora. En todo caso esa simple y acertada afirmación sobre el punto donde todos fijamos la vista pone de manifiesto que sabe disfrutar del momento. Volviendo a mi declaración de intenciones, he desistido de alcanzar ciertas cotas, aéreos y ciertas maniobras no están a mi alcance a no ser que me pudiese reencarnar. Una cosa sí que es cierta, cada vez que me dirijo al agua tabla en mano soy el tío más feliz del mundo.

 



domingo, 9 de agosto de 2020

Tibio y gris

 

Así despertó este domingo. El sol tímidamente hizo acto de presencia en algún momento del día. Con o sin su compañía la jornada resulto placentera.

 


miércoles, 5 de agosto de 2020

Sensaciones

Con el paso del tiempo he desarrollado una cierta animadversión a las multitudes. En la medida de lo posible escapo de las aglomeraciones, me gustan las calles con pocos transeúntes, los restaurantes pequeños, las salas de cine cuanto más vacías mejor, arenales desiertos, calas escondidas y picos con cuatro amigos. Miro con detenimiento estas imágenes y me pregunto si en algún momento ese leve balanceo del agua podrá resultar placentero, quizás sí, aunque yo tengo mis dudas…