Me
había prometido no mamarme, pero bueno, de vez en cuando los excesos siempre y cuando
no conduzcas no están mal. Al mediodía, en un corto desplazamiento para
desalojar la vejiga vi que tenía un par de mensajes preguntándome por si iba a
ir a la playa, conteste negativamente y me volví a la cueva. Luego por la tarde
paseando al perro por Castrelos disfrute de ese aire puro que ejerció de
desfibrilador y de qué manera. Afrontamos la semana con compromisos varios, pronósticos
de colores y dificultad para encontrar un hueco, de todas formas, ellas siempre
estarán ahí…
Jajajaja.............. una vez al año no hace daño!!!!
ResponderEliminarTampoco es cuestión de llevar una vida de monje...jajaja
EliminarCiao Rene!