Hoy a esos de las once
de la mañana entraba con Rene en Afife. Mi último baño había sido el lunes por
la tarde y con el bañador como única indumentaria. Aquí no sobraba el 3/4 y por
momentos incluso añore los escarpines. Sesión de casi dos horas en la que
apenas paramos de pelear con una corriente que era bastante fuerte. Excepto una
buena derecha poco más que destacar, he sentido la falta de baños y me he
notado bastante lento. Así a todo la visita valió la pena, agradable charla para
el camino y muy buena compañía en el agua. Cada vez estoy más convencido de que
con amigos se disfruta más.
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