‘La
única función del tiempo es consumirse, arde sin dejar cenizas’ (Elsa Troilet
1896-1970)
Siempre me había resistido
utilizando como excusa las molestias que me provocaba en la muñeca. Aquello me había
valido más de una reprimenda por mis continuos retrasos al tiempo que llegue a
desarrollar una gran facilidad para inventarme cortadas imposibles de creer.
Por lo general utilizaba tres sistemas para calcular los minutos en el agua, si
había gente alrededor buscaba ese bulto en la muñeca que denota que hay reloj,
aunque he notado que no es habitual llevarlo. Luego está la técnica del “frio”,
es decir, cuando el dedo gordo del pie se queda muñeco y ofrece resistencia
pasiva, esto acompañado de alguna que otra molestia muscular me solía avisar de
que el baño tocaba a su fin, sobre todo en invierno. La otra opción era confiar
en mi capacidad para calcular los minutos y las horas, he de confesar que en
alguna ocasión lo llegue a clavar. El tema es que al final no me ha quedado más
remedio que claudicar y volverme un esclavo de las manecillas, aun así sigo
saliendo tarde del agua.
Por cierto, hablando de
agua…
Desde luego buen reloj el de la foto..y vaya foto de la entrada anterior...muy chula..un saludo desde Murcia..y a disfrutar...
ResponderEliminarQue tal alp!
EliminarBueno, el que me he comprado para el agua es algo mas sencillito...jeje La foto del post me parecio que ilustraba muy bien el mensaje.
Saludos y gracias por pasar. Feliz verano!