El último revolcón fue
de los buenos. Tu cerebro todavía está reiniciándose mientras que tus pulmones
te piden tiempo muerto. Apoyas de nuevo el pecho sobre tu tabla y comienzas a
remar. La distancia hasta el line up
siempre parece el doble de lo que hace un rato bajaste en aquella fabulosa
derecha. Las casi dos horas de sesión han agotado prácticamente todas tus
fuerzas y aunque hoy con apenas dos
brazadas bajas la ola los problemas se presentan a la hora de volver al pico.
Es uno de esos días en que no tienes referencias de seguridad, las series entran
y rompen al azar de manera que no sabes exactamente dónde meter el freno y
estacionar. De repente algo comienza a cobrar vida, la cosa viene con tamaño y
las dudas rondan tu cabeza. Por un segundo te detienes pero en seguida
rectificas, comienzas a remar como si de una final olímpica se tratase, pero
nada, sabes que no llegaras, te encomiendas a Neptuno y coges todo el aire que
puedes…
hacés surf? envidio tu condición física entonces ja... saludos...
ResponderEliminarQue tal JLO!
EliminarBueno, ahi andamos dandole a la tabla...jeje
Por cierto, creo que tengo que actualizar un poco el blog, lleva demasiado tiempo parado.
Saludos!