Fue hace unos días en una de esas conversaciones entre serie y serie que
escuche sin pretenderlo. Eran tres chavales que debían de andar por los 14 o 15
años, hablaban sobre Andy Irons y
especialmente sobre esos aspectos más oscuros de su vida. En cuanto me llego
una ola acabe por distanciarme y desconozco en que derivo aquella charla. Luego
a solas me dio por reflexionar sobre todas esas personalidades ya bien sea del
arte o del deporte que acaban engullidas por su peligroso entorno.
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