Por mucho que repase la guía de Nick
Carrol o que dedique cientos de horas a los numerosos tutoriales de youtube
soy consciente de que mi nivel ha tocado techo. Es por eso que me veo en cierto
modo reflejado en la sincera y simpática respuesta de Ángel Mato (alcalde de
Ferrol) a una entrevista hoy en La Voz de
Galicia:
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También
hace surf.
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Pero soy un paquete. Empecé a los 40 años porque me parecía
asombroso que alguien pudiera ponerse de pie en una tabla y dejarse llevar por
una ola.
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Vicente
Irisarri, también era surfista.
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Ese sí, que era bueno, porque lleva toda la vida. Para mí,
esperar la ola mirando al horizonte con la mente en blanco es lo mejor que hay.
Soy casi de la misma quinta que Ángel (el del 71 y yo del 67), ambos
comenzamos relativamente tarde (fue a los 38 cuando probé esta maravillosa
droga…) y estoy seguro de que en más de una ocasión se habrá preguntado por el
motivo de esa demora. En todo caso esa simple y acertada afirmación sobre el
punto donde todos fijamos la vista pone de manifiesto que sabe disfrutar del
momento. Volviendo a mi declaración de intenciones, he desistido de alcanzar
ciertas cotas, aéreos y ciertas maniobras no están a mi alcance a no ser que me
pudiese reencarnar. Una cosa sí que es cierta, cada vez que me dirijo al agua
tabla en mano soy el tío más feliz del mundo.