Este domingo por la tarde todavía sentía las secuelas de la estupenda cena de Navidad y la consiguiente comida en casa de mis cuñados. Hay veces que es mejor quedarse en la orilla. Hoy era uno de esos días. Llevaba unos días poniéndome ciego con el turrón de chocolate y mi ordenador de abordo me decía que debía esperar un día mas, le hice caso…
A eso de las tres y media no había nadie en Patos. En Prado se veía a una persona en el agua, mientras que en La Cala también se divisaban tres o cuatro.
Rompían muy abajo
Secuencia 1
Secuencia 2
Pues nada, parece que la semana viene movidita. Se agradecería un poco calor y algo de sol…¡pero qué digo, estamos en Diciembre!
Un saludo y buenas olas!
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