Eran cerca de las once cuando esta mañana llegue a Prado. Había cuatro o cinco en La Cala, tenia buena pinta. Por un momento pensé en meterme, además ya venía cambiado de casa, pero una voz en mi interior –mal asunto si empiezo a oír voces…jajaja!- me decía “Vete a Patos, vete a Patos…” Gire mi cabeza a la izquierda y la verdad no parecía que prometiese buen baño, pero opte por hacer caso a mi voz interior.
Nada más dentro, baje una izquierda larga como hacía tiempo que no pillaba. Con aquello ya colmaba al 50% mis pretensiones –es que me conformo con muy poco…-, no sabía si aquello era buen presagio o no. Estaba solo en el agua, corría una brisa un poco hija de puta pero no se estaba mal. Al cabo de media hora ya había bajado un buen numero de olas, sin tener mucho tamaño abrían muy bien, ausencia total de barras, varios picos pequeños y sin problemas para remontar, al cabo de una hora no cogía en mi de gozo. A partir de ahí las pausas comenzaron a ser más grandes, ya no entraban con tanta frecuencia. A la hora y media ya compartía baño con cuatro o cinco, eso sí, con muchísima distancia, cada uno disponía de su line-up particular.
Salí cuando el dedo gordo de mi pie derecho comenzó a quejarse. Me cambie y estuve unos minutos sacando alguna fotillo. A la una y media ya había unas 14 personas en el agua.
Pues eso, que estoy empezando a pensar que los lunes son mágicos…
Buenas olas y nos vemos en el agua!
Prado
Había...
...camino.
Derecha-secuencia
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