Vayámonos acostumbrando. Aunque oficialmente todavía no ha comenzado sus efectos están empezando a sentirse. Debemos comenzar a cambiar el chip. Donde antes solo estábamos nosotros ahora nos encontramos con más personas. Con otras inquietudes, con otras prioridades, pero personas como nosotros. Valoremos las cosas en su justa medida, ya se, jode un montón que justo cuando vas a bajar esa ola de derechas te encuentres con alguien completamente ajeno a todo, en el medio impidiéndote llevar a cabo tu maniobra y a la vez poniendo en peligro su integridad física, desgraciadamente estamos en un espacio común, es lo que hay…
Luego está el eterno tema de las saltadas. Pues que queréis que os diga, prefiero que me salten una ola –aunque me joda un montón!!!- a que un miserable desgraciado se salte un stop y me siegue la vida a mi familia y a mí. Lo primero no deja de ser un detalle sin importancia, lo otro es el final, sin más.
Paciencia, paz y amor…
Que así sea....
ResponderEliminarUn saludooo...
Qué difícil es a veces compartir con gente de fuera lo que "es tuyo" el resto del año.
ResponderEliminarAbsolutamente cierto lo que comentas Victor, aunque al resto le pueda sonar tremendamente egoista y si me apuras absurdo.
ResponderEliminarALX, no se como lo llevais por ahi, pero aqui a veces es tremendamente frustrante la actitud de desprecio absoluto hacia ciertas normas y actitudes en el agua, y si me apuras fuera de ella tambien... No me refiero a la gente que surfea en general, hablo de los bañistas -yo tambien soy bañista-, normalmente no te metes en el medio de un grupo que esta jugando al futbol, o a las palas, hay gente que le resbala todo. Luego muchos se piensan que la playa es un sitio de contemplación y rollo zen, a ver, eso puede que sucediese a comienzos del siglo pasado, hoy las cosas son diferentes.
Saludos por partida doble...jeje