Satisfecho

El sábado la cosa no paso de un baño relámpago, que principalmente sirvió para sacudirme el polvo. Hoy domingo opte por dejar el chapuzón para última hora de la tarde, con marea alta y bajando.

                                      Habia que esperar para remontar

Debimos de llegar a Patos sobre las seis y media más o menos. Había olas en toda la línea de la playa. Vi demasiadas barras y como no las tenía todas conmigo decidimos dar un paseo y aproveche para tirar unas fotos en El Pico.

                                       

Luego, cuando la batería me jugo la mala pasada de siempre, volví hacia Patos, divise a Jorge en el agua y decidí entrar. Había calmado un pelín, aunque todavía había tamaño y buenas olas.

Remonte sin problemas –la comida fue ligera-, saludos de rigor y a gozar!... Creo que fue la 3ª o 4ª bajada, ya sabéis aquello que se dice de en el sitio justo y en el momento exacto, vi cómo se formaba ante mí, rápido vistazo a mi alrededor, no tendría que disputarla con nadie, era una izquierda absolutamente perfecta, apenas tuve que remarla, una buena bajada, lo suficientemente inclinada para coger buena velocidad, por el camino vi como al menos dos candidatos frenaban sus intenciones ante mi paso, seguía corriendo la ola, sentía los pies firmes y el equilibrio en todo mi cuerpo, no iba tenso, todo lo contrario, disfrutando tan maravillosa travesía… No sabría decir con exactitud el tiempo que duro esa izquierda, lo que si comprobé fue la distancia que recorrí y sin temor a equivocarme puedo afirmar que ha sido la ola más larga que hasta ahora he surfeado, no sé por qué, pero me alegro de que haya sido aquí, en casa…

Luego, sin quitarme todavía de la cabeza aquel tremendo y satisfactorio momento, seguí bajando alguna, un par de caídas y charlas entre medias. Por si fuera poco, logre salir con una derecha bastante larga y en la que pude clavar los dedos en la pared durante un buen rato, para mí fue tocar el cielo…