Aunque he de reconocer que el golf no me atrae, quería dejar unas líneas acerca del fallecimiento de Severiano Ballesteros. Posiblemente el hecho de ser un deporte considerado para gente con dinero haga que sus figuras no disfruten de una popularidad y cariño que por ejemplo tienen los futbolistas, aunque estos últimos obtengan unos ingresos muy superiores a los golfistas en la mayoría de los casos.
Como dice el título de este post, eran unos años en los que el deporte español no estaba para tirar cohetes, pero por allí andaba el cántabro dándole golpes a la bola y haciendo que al menos en logros deportivos pudiéramos asomar un poco la cabeza.
El caso es que hoy leyendo la noticia de su muerte en una página web me llamo la atención cierto comentario tremendamente cruel. El tipo o tipa en cuestión soltaba la siguiente perla “…a mi este señor es que no me da de comer, que se joda!...” Los comentarios siguientes recriminaban la falta de respeto de tal afirmación. Por un momento me quede pensando. Vale, puede que no te guste el golf –como dije a mi no me llama mucho la verdad-, puedo incluso llegar a estar de acuerdo en cuanto a que este señor no te da de comer, pero lo que me parece feo por no decir otra cosa es alegrarte de su muerte.
No sé, posiblemente no tenga la más mínima importancia. Diariamente podemos leer en la red insultos, amenazas y todo tipo de animaladas, pero sinceramente, que alguien se alegre asi de entrada de la muerte de otra persona sin venir a cuento jode un poco.
Aunque no dejen de ser unas pocas de líneas me apetecía compartirlo. Quizá el hecho de haber pertenecido a una generación que no se creía que era la ostia y que todavía no había ganado un mundial haga que le tuviera simpatía a esta persona.
Descansa en paz, campeón...
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